La pastora Yigami que nos visitó en esta última reunión del curso 21-22 compartió el pasaje de Proverbios 31 que habla del valor de la mujer virtuosa que es más que el de las piedras preciosas. Las piedras preciosas tienen un gran precio y valor. La Biblia dice que sobrepasa largamente al valor de estas joyas.
La pastora se detuvo entre todas las piedras preciosas en el diamante y de entre todas sus cualidades, destacó su capacidad refractaria, que proyecta la luz y la belleza en su entorno. Y la mujer como buen diamante debe absorber la luz de Cristo para alumbrar este mundo.