Mes: octubre 2022

Domingo 23/10/22- El mensaje titulado “Cómo vencer tus mayores guerras” fue compartido por el Pr. Deivid quien hizo alusión de las mayores fuerzas que existen y las enumeró de esta manera: 1-Dios 2- El hombre y 3- Satanás. En Gálatas 5:16-21, el apóstol Pablo nos advierte y nos enseña sobre los peligros de las mayores guerras que luchamos cada día, y están no son sino contra nosotros mismo, pues luchamos contra todos los frutos de la carne que se mencionan en el pasaje: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. Pero en el mismo texto nos da la salida, pues en Cristo hemos crucificado la carne, por lo que sigue diciendo Pablo: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. ¡Amén, gloria a Dios!

Domingo 16/10/22 ¿Realidad o ficción? Ha sido el tema en este encuentro. La ilustración inicial ha sido sobre lo que vemos, a veces no ofrece la realidad total. Por ejemplo,  ¿Cuándo compramos un coche,  nos conformamos con ver solo el exterior? ¡No! Si no que queremos verlo por dentro, probar el motor, etc. También es verdad que un mismo objeto podemos verlos varias personas desde distintos ángulos y cada una ver realidades diferentes. Por lo cual antes de emitir juicio sobre algo o sobre alguien, es mejor tener en cuenta todas las aristas que puedan existir.  En base a esto, fijémonos en la ley del talión ¿Nos parece demasiado fuerte? Veamos en Jueces 6: 38 al 40, también si nos detenemos en el relato de los discípulos en medio de la tormenta cuando Jesús caminó hacia ellos. Sin embargo veamos lo que la ley del talión quería evitar. De cómo aunque nosotros vemos que Gedeón era un pesado, Hebreos 11 lo cita en la lista de los héroes de la fe. Y el último pasaje de Mateo 14, en lugar de ver a Pedro como un cobarde, veamos que él no pensó como los demás, que quien veía que era[…]

Domingo 09/10/22. El mensaje de hoy titulado «Los tres amigos» traído por la Pra. Fina, dió inicio leyendo todo el capítulo 3 de Daniel, que nos relata el impactante suceso de cuando tres varones fueron rescatados del horno de fuego. Siempre se habla de Daniel, pero en esta ocasión se ha querido destacar la prueba y la victoria que han tenido, los compañeros hebreos que fueron llevados junto a él a Babilonia que son, Sadrac, Mesac y Abed-Nego. Haciendo un paralelo de este tremendo testimonio con nuestras vidas, aprendemos que podemos caminar en medio del fuego de las pruebas sin sufrir daño. Pero fijémonos en ese cuarto personaje del relato de Daniel, que camina junto a ellos que no es otro que el Señor, que si camina también junto a nosotros, estaremos seguros. Y así como no quemó el fuego ni sus cuerpos, ni sus vestiduras, si no solo sus ataduras, así será en nuestras vidas. Y lo más glorioso es que aparte de guardarlos, han resultado de testimonio a Nabucodonosor y a toda Babilonia de la grandeza de Jehová. Concluyó con Josué 1:9, sí nos esforzamos, Dios está con nosotros.

02/10/22 Un domingo muy especial este, y esperado además todo el año pues es día de bautismos. Primeramente hemos tenido el culto en el local de la iglesia donde los niños a su vez han tenido ocasión de disfrutar de sus clases bíblicas. Al término, toda la iglesia, se ha trasladado al Campet para ser testigos de la demostración de fe que dan los nuevos hermanos a través de su paso por las aguas. El mensaje de hoy estuvo versado en el relato de Felipe y el Eunuco, de Hechos 8: 26 al 39. Un pasaje que demuestra la disposición evangelizadora de Felipe, su incondicional entrega a la guía del Espíritu Santo. Vemos también el corazón sincero y sencillo del eunuco que con sed y hambre de la palabra, pidió explicaciones a Felipe con respecto al pasaje que iba leyendo. Al entenderlo y ver agua en el camino, su impulso sincero fue bautizarse como prueba de la fe que acababa de abrazar.