Intensamente brilló el sol pero aún más cálido ha sido el compañerismo que hemos disfrutado ayer viernes festivo en el Campet. Reunidos como iglesia, pero en ambiente lúdico y distendido (Aunque no tan distendido para los chefs y ayudantes que tenían el calor desde el cielo y desde las parrillas) Aún así todos queremos repetir jornadas cómo estas para disfrutar de la familia grande que es la Iglesia Esperanza de Vida. ¡Muchas gracias a los hermanos y hermanas que han trabajado tanto para poner a punto todo! ¡100 sobre 100!